JESÚS ¿ES DIOS? [Juan 1:29]

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¿Se puede demostrar la deidad de Cristo? ¿Es Jesús Dios?

En el curso de su vida, usted tendrá que enfrentar varias preguntas que podrían cambiar su vida para siempre. Estas son dos de las preguntas más cruciales que alguna vez tendrá que responder: “¿Es Jesús Dios?” y “¿qué haré con Jesús?”

Cuando Jesús estuvo en la tierra hubo muchas y variadas opiniones acerca de él. Los líderes judíos decidieron que era un engañador. Los oficiales romanos pensaban que era una amenaza para la paz social. Durante su ministerio terrenal ni sus propios hermanos lo apoyaron —él era sólo su hermano. Sin embargo, al principio de su ministerio público, Juan el Bautista vio a Jesús y proclamó con profunda admiración y reverencia,

“He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo”.

(Juan 1:29)

En nuestros días abundan las creencias acerca de quién es Jesús. Algunos dicen que sólo se trata de un maestro de verdades… o de un profeta de la paz… o un hombre que hizo milagros, pero dicen que no era Dios. Algunas personas han llegado a negar que Jesús viviera.

Sin embargo, a través de los siglos, los cristianos han afirmado que Jesús es el “¡Salvador y Señor, Dios y Rey!” Pero, ¿quién dice usted que Jesús? Esa es la pregunta que el Señor le hizo al apóstol Pedro…

“Él les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?”

(Mateo 16:15)

¿Qué se puede aprender de los nombres de Jesús?

Uno de los aspectos más intrigantes y desconocidos de las Escrituras es el significado de cada nombre bíblico. Los patriarcas antiguos eran muy específicos al momento de seleccionar un nombre para sus hijos, porque su significado era una descripción acerca de su personalidad. Era una característica física, una singularidad de carácter, un propósito en la vida. 

No podemos dudar que Dios el Padre haya elegido los nombres que dio a Jesús. Muchos de esos nombres revelan claramente varios aspectos de su Hijo, especialmente a la luz de su relación con los pasajes del Antiguo Testamento. Esos nombres no sólo nos comunican quién es él sino también nos hablan de lo que sería su misión.

“Sea notorio a todos vosotros, y a todo el pueblo de Israel, que en el nombre de Jesucristo de Nazaret, a quien vosotros crucificasteis y a quien Dios resucitó de los muertos, por él este hombre está en vuestra presencia sano… Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos”.

(Hechos 4:10, 12)

  • Jesús

—El nombre hebreo Jesús es su nombre personal, el cual significa “Salvador” o “el Señor salva” (literalmente, “Yahweh salva”).

—El nombre Josué del Antiguo Testamento tiene el mismo significado. Así como Josué llevó al pueblo judío del desierto a una nueva vida, Jesús lleva a su pueblo de su desierto espiritual a una vida nueva.

“Y [María] dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados”. (Mateo 1:21)

  • Mesías

—La palabra hebrea Mesías, traducida “Cristo” en griego, es el nombre profético dado a Jesús y significa “el Ungido”.

—La palabra Mesías describe al Ungido de Dios como el profeta, sacerdote y rey que fue profetizado en la Biblia y que gobernaría al pueblo de Dios.

“Este halló primero a su hermano Simón, y le dijo: Hemos hallado al Mesías (que traducido es, el Cristo)”. (Juan 1:41)

  • Cristo

—Originalmente el título Cristo no era parte del nombre de Jesús, pero sí se usaba para describir a Jesús como “el Ungido”. Jesús fue ungido por Dios como su elegido al momento de su bautismo.

“Después del bautismo que predicó Juan… Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él”. (Hechos 10:37–38)

—Más tarde el título Cristo llegó a ser parte del nombre de Jesús.

“Cristo resucitó de los muertos”. (Romanos 6:4)

  • Señor

El nombre Señor tiene diferentes significados según su ortografía y puntuación.

—En el hebreo, la palabra Jehová (Yahweh) se traduce SEÑOR. Esta palabra se utiliza sólo para referirse a Dios.

“Y todo aquel que invocare el nombre de Jehová será salvo”. (Joel 2:32)

—El vocablo griego kurios se traduce Señor (escrito en minúscula en la mayoría de las traducciones) y significa “maestro, regidor, dueño”. 

Este título de honor y respeto se usa para Dios y también para el hombre. Con frecuencia, la traducción del vocablo del Antiguo Testamento “SEÑOR” (Yahweh o Jehová) se tradujo en el Nuevo Testamento como “Señor” indicando así que Jesús es Dios. 

Pablo cita las Escrituras hebreas de Joel 2:23 que son una alusión directa a Yahweh pero en su contexto él está hablando acerca de Jesús.

“Si confesares con tu boca que Jesús es el Señor… serás salvo… Porque no hay diferencia entre judío y griego, pues el mismo que es Señor de todos, es rico para con todos los que le invocan; porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo”. (Romanos 10:9, 12–13)

  • Dios

—El apóstol Pablo llama a Jesús “Dios sobre todas las cosas”. En varios pasajes Pablo le atribuye a Jesucristo “la plenitud de Dios”.

“De quienes son los patriarcas, y de los cuales, según la carne, vino Cristo, el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos”. (Romanos 9:5)

—En el Antiguo Testamento, el profeta Isaías se refirió al niño que iba a nacer (el Mesías) como el “Dios Fuerte”.

“Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz”. (Isaías 9:6)

¿Dijo Jesús que él era Dios?

Sí, con toda claridad. En Juan 8:58 Jesús anunció que él es el “Yo Soy”. Esta frase alude a Éxodo 3:14, donde Dios la utiliza para describirse a Sí mismo.

  • Si Jesús es el “Yo Soy” de Éxodo 3:14, significa que Jesús existió ¡antes de Abraham! Los judíos entendieron por quién se hacía pasar Jesús, así que lo consideraron una blasfemia y trataron de apedrearlo.

Abraham vuestro padre se gozó de que había de ver mi día; y lo vio, y se gozó. Entonces le dijeron los judíos: Aún no tienes cincuenta años, ¿y has visto a Abraham? Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy. Tomaron entonces piedras para arrojárselas; pero Jesús se escondió y salió del templo; y atravesando por en medio de ellos, se fue”. (Juan 8:56–59)

¿Qué papeles desempeñó Jesús?

Durante el tiempo del Antiguo Testamento, Dios estableció tres oficios muy importantes para suplir las necesidades espirituales y físicas de su pueblo escogido. Jesús el Mesías vino a cumplir y llenar los tres cargos:

  • Profeta—Él representa a Dios ante su pueblo.

—Como profeta, él habla en lugar de Dios con palabras que son verdaderas y dignas de confianza.

“De Jesús nazareno… varón profeta, poderoso en obra y en palabra delante de Dios y de todo el pueblo”. (Lucas 24:19)

  • Sacerdote—Él representa al pueblo delante de Dios.

—Como sacerdote, Jesús ofreció el sacrificio definitivo por nuestros pecados con su muerte en la cruz.

“Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión”. (Hebreos 4:14)

  • Rey—Él reina sobre el pueblo de Dios.

—Como rey, Jesús es el máximo gobernador sobre todas las cosas, y requiere total sumisión y obediencia a él.

“Le dijo entonces Pilato: ¿Luego, eres tú rey? Respondió Jesús: Tú dices que yo soy rey. Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad. Todo aquel que es de la verdad, oye mi voz”. (Juan 18:37)

            “Si Jesús no tuvo pecado, ¿por qué tuvo que ser bautizado? Si no tenía pecados que limpiar no tenía que pasar por el agua de la purificación. Por lo tanto, Jesús no era Dios”.

El bautismo de Jesús no fue para remisión de pecados, sino para ungirlo para el ministerio. Así como David fue ungido como rey sobre Israel, así mismo Jesús fue ungido como el rey mesiánico sobre Israel.

“Envió, pues, por él, y le hizo entrar; y era rubio, hermoso de ojos, y de buen parecer. Entonces Jehová dijo: Levántate y úngelo, porque éste es. Y Samuel tomó el cuerno del aceite, y lo ungió en medio de sus hermanos; y desde aquel día en adelante el Espíritu de Jehová vino sobre David. Se levantó luego Samuel, y se volvió a Ramá”. (1 Samuel 16:12–13)

jesús el salvador

Características De La Persona De Jesucristo

Ciertamente Jesús es singular—el único de su tipo—pero, ¿puede ser totalmente Dios y al mismo tiempo ser totalmente hombre? ¿Puede ser el puente entre lo humano y lo divino? ¿Puede ese puente acercarnos a Dios? Sí, porque él fue hombre perfecto y Dios perfecto. 

Jesús no sólo tiene la habilidad de compadecerse de nuestros sufrimientos, sino que tiene la autoridad de mostrar misericordia y perdonar nuestros pecados.

“Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro”.

(Hebreos 4:15–16)

¿Cómo presentan el Antiguo y el Nuevo Testamento a Jesús como Dios?

Muchas profecías del Antiguo Testamento respecto al Mesías se cumplieron en el Nuevo Testamento en la persona de Jesús, confirmando así que él es Dios. Todas esas citas del Antiguo Testamento se encuentran en el Nuevo.

“Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre”.

(1 Timoteo 2:5)

  • Se demuestra que Jesús es Dios a través de las citas del Antiguo Testamento que aparecen en el Nuevo.

— Jesús es Dios, de quien proclamó Isaías que vendría.

Antiguo Testamento

 

Nuevo Testamento

“Voz que clama en el desierto: Preparad camino a Jehová; enderezad calzada en la soledad a nuestro Dios”.

(Isaías 40:3)

 

“Pues éste es aquel de quien habló el profeta Isaías, cuando dijo: Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas”. (Mateo 3:3)

—Jesús es el primero y el último.

Antiguo Testamento

 

Nuevo Testamento

“Así dice Jehová Rey de Israel, y su Redentor, Jehová de los ejércitos: Yo soy el primero, y yo soy el postrero, y fuera de mí no hay Dios”.

(Isaías 44:6)

 

“Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el primero y el último”.

(Apocalipsis 1:17)

—Jesús es el Señor que provee nuestra salvación.

Antiguo Testamento

 

Nuevo Testamento

“Y todo aquel que invocare el nombre de Jehová será salvo; porque en el monte de Sion y en Jerusalén habrá salvación, como ha dicho Jehová, y entre el remanente al cual él habrá llamado”.

(Joel 2:32)

 

“porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo”.

(Romanos 10:13)

  • Jesús tiene las mismas funciones de Dios.

—Jesús es el Creador.

Antiguo Testamento

 

Nuevo Testamento

“¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los confines de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance”.

(Isaías 40:28)

 

“Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho”.

(Juan 1:3)

—Jesús es el originador y sustentador del universo.

Antiguo Testamento

 

Nuevo Testamento

“Tú solo eres Jehová; tú hiciste los cielos, y los cielos de los cielos, con todo su ejército, la tierra y todo lo que está en ella, los mares y todo lo que hay en ellos; y tú vivificas todas estas cosas, y los ejércitos de los cielos te adoran”.

(Nehemías 9:6)

 

“Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él. Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten”.

(Colosenses 1:16–17)

—Jesús recibe adoración.

Antiguo Testamento

 

Nuevo Testamento

“Porque no te has de inclinar a ningún otro dios, pues Jehová, cuyo nombre es Celoso, Dios celoso es”.

(Éxodo 34:14)

 

“Y otra vez, cuando introduce al Primogénito en el mundo, dice: Adórenle todos los ángeles de Dios”.

(Hebreos 1:6)

  • Jesús tiene los mismos títulos de Dios.

—Jesús es el buen pastor.

Antiguo Testamento

 

Nuevo Testamento

“He aquí que Jehová el Señor vendrá con poder, y su brazo señoreará; he aquí que su recompensa viene con él, y su paga delante de su rostro. Como pastor apacentará su rebaño; en su brazo llevará los corderos, y en su seno los llevará; pastoreará suavemente a las recién paridas”.

(Isaías 40:10–11)

 

“Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas”.

(Juan 10:11)

—Jesús es nuestro Salvador.

Antiguo Testamento

 

Nuevo Testamento

“Y a los que te despojaron haré comer sus propias carnes, y con su sangre serán embriagados como con vino; y conocerá todo hombre que yo Jehová soy Salvador tuyo y Redentor tuyo, el Fuerte de Jacob”.

(Isaías 49:26)

 

“Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo”.

(Lucas 2:11)

            “¿Por qué es importante que Jesús sea Dios? ¿No es suficiente con que él, como Abraham (Romanos 4:3), haya sido un hombre justo?”

Siendo Dios, Jesús no pecó. Por eso pudo ofrecer el único sacrificio puro (al derramar su sangre en la cruz) por medio del cual quita los pecados de toda la humanidad. Sólo siendo Dios es que Jesús tuvo poder para ofrecer perdón y vida eterna a quienes confían su vida a él.

“Sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación”. (1 Pedro 1:18–19)

¿Cuáles son las pruebas de que Jesús fue humano?

                                            JESÚS, ¿ES DIOS?

 ¿Por qué es importante probar que Jesús fue humano cuando muchas personas tratan de probar su deidad? Sólo siendo humano podía haber muerto como sustituto nuestro en la cruz por nuestros pecados. Y porque él fue tentado como nosotros, se puede identificar con nuestras tentaciones. El hecho de que Jesús sea humano significa que él puede identificarse mejor con nosotros y proveernos de un ejemplo como ser humano.

Ya que Jesús sufrió como nosotros sufrimos, él se puede compadecer con nuestros sufrimientos. Y ya que él fue humano y tomó las decisiones correctas, él es nuestro ejemplo de ser humano y nosotros también podemos tomar buenas decisiones. La Biblia habla de su humanidad de esta manera:

“Por lo cual debía ser en todo semejante a sus hermanos, para venir a ser misericordioso y fiel sumo sacerdote en lo que a Dios se refiere, para expiar los pecados del pueblo. Pues en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados”.

(Hebreos 2:17–18)

•    Tuvo padres humanos.

Lucas 1:31

•    Nació como un bebé.

Lucas 2:6–7

•    Fue circuncidado.

Lucas 2:21

•    Creció

Lucas 2:40

•    Creció en sabiduría.

Lucas 2:52

•    Tuvo un cuerpo físico y lo pudieron tocar.

1 Juan 1:1

•    Lloró

Juan 11:35

•    Usó ropa.

Juan 13:4

•    Fue tentado.

Mateo 4:1

•    Tuvo hambre.

Mateo 4:2

•    Durmió.

Mateo 8:24

•    Tuvo carne y huesos.

Lucas 24:39

•    Se cansó.

Juan 4:6

•    Tuvo sed.

Juan 4:7

•    Comió con otros.

Mateo 9:10

•    Sufrió.

1 Pedro 2:21

•    Fue crucificado.

Mateo 27:38

•    Sangró.

Juan 19:34

•    Murió.

Mateo 27:50

•    Fue sepultado.

Mateo 27:59–60

            “La Biblia enseña que Dios no puede pecar. Si Jesús fue realmente tentado a pecar, entonces Jesús realmente podría haber pecado—así que, ¿cómo puede ser Dios?”

Hay dos puntos de vista teológicos acerca de la tentación en el desierto descrita en Mateo capítulo 4 y Lucas capítulo 4. En el registro bíblico, se utilizó el vocablo griego peirazo, que significa una tentación a pecar o una prueba.

  • Punto de vista #1Jesús sí fue tentado a pecar. Sin embargo, ya que él es Dios, él no quería pecar.
 
  • Punto de vista #2Jesús no podía ser tentado a pecar. Por tanto, la tentación no era para ver si Jesús pecaría, sino para probar que él no lo haría.
 

Cualquiera que sea su punto de vista, el hecho de que Jesús nunca haya pecado prueba que él es Dios.

¿Qué Es Lo Que Causa Confusión Acerca De La Persona De Jesús?

Pocas personas se preguntan, ¿existió Jesús? La mayoría está más confundida acerca de la verdadera identidad de él. La pregunta es: “¿Es Jesús más que un profeta, más que un gran maestro, más que un buen ejemplo a seguir?”

La Biblia responde a estas cuestiones, así que nos preguntamos, ¿por qué continúa la confusión acerca de la persona de Jesús? La gente se confunde porque su percepción de él no se basa en lo que la Biblia enseña. Por lo tanto, están…

  • Mal informados acerca de la verdad
  • Engañados acerca de la verdad
  • Conocen la verdad pero la han rechazado.

La Biblia dice:

“Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias”.

(2 Timoteo 4:3)

¿Existió Jesús o no?

Según la historia de la iglesia, casi todos los primeros discípulos de Jesús fueron mártires por causa de Jesucristo. Con toda certeza no habrían muerto por alguien que ¡sólo existía en su mente! Además, los historiadores judíos y romanos reconocen que la persona de Jesucristo es un personaje histórico y real.

  • Un historiador judío del primer siglo registró la existencia de Jesús.

—Josefo

“Hubo por este tiempo un hombre sabio llamado Jesús, si es que se puede hablar de él como hombre; puesto que fue un hacedor de obras maravillosas—un maestro de hombres que recibieron la verdad con gozo. Atrajo a muchos de los judíos y también de los gentiles. El era [el] Cristo”. (Antiquities of the Jews “Antigüedades de los judíos”, 18:63)

“Cuando, por tanto, Ananías… reunió al Sanedrín de jueces, y trajo delante de ellos al hermano de Jesús, al que llamaban Cristo, cuyo nombre era Santiago, y algunos de los otros, [o algunos de sus compañeros]; y, cuando había formulado su acusación contra ellos como desobedientes a la ley, los entregó para que los apedrearan”. (Antiquities of the Jews “Antigüedades de los judíos”, 20:200)

  • Un historiador romano registró la existencia de Jesús.

—Tácito (AD 115–117)

“Nerón [el emperador romano] creó sus chivos expiatorios y los sujetó a las torturas más crueles entre los cuales se encontraban la gente común llamada “cristianos”… el origen de ese nombre fue Cristo, que vivió durante el reinado de Tiberio, y que fue ejecutado bajo el procurador Poncio Pilato”. (Annals “Anales”, 15.44)

  • Un gobernador romano del primer siglo reportó acerca de los cristianos que adoraban a Cristo.

—Plinio el Menor, un gobernador romano, escribió en el año 96 d.C. a Trajano, el emperador romano, acerca de su primer encuentro con los cristianos:

“Tenían la costumbre de reunirse en un cierto día antes del amanecer, cantaban himnos con versos a Cristo, como a un dios, y estaban unidos por juramento solemne, para no hacer obras de maldad, para nunca cometer fraude, robo o adulterio, nunca falsear su palabra, ni delatar alguna confidencia cuando eran llamados a confesar…” (Plinio el Menor, Letters “Cartas”, 10:96–97)

¿Fue Jesús más que un gran maestro o no?

Muchos maestros a través de toda la historia han reunido seguidores que aceptan sus enseñanzas como si fueran la “verdad”. Pero Buda, Confucio, Mahoma y otros más, siguen siendo sólo maestros. A diferencia de esos fundadores de religiones mundiales, Jesús no es sólo un hombre ni un maestro. Jesús es Dios humanado. Él hizo, y todavía hace mucho más que lo que esos líderes pudieron haber hecho o pueden hacer. Para evitar toda confusión se debe vivir a la luz de la verdad.

“Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente. No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo”.

(Gálatas 1:6–7)

Verdades acerca de Jesús

  • Jesús fue un maestro extraordinario.

“Y se admiraban de su doctrina; porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas”.

(Marcos 1:22)

  • Jesús hizo milagros.

“Jesús les respondió: Muchas buenas obras os he mostrado de mi Padre; ¿por cuál de ellas me apedreáis?”. (Juan 10:32)

  • Jesús da vida.

“Porque como el Padre levanta a los muertos, y les da vida, así también el Hijo a los que quiere da vida”.

(Juan 5:21)

  • Jesús tiene autoridad para juzgar.

“Porque el Padre a nadie juzga, sino que todo el juicio dio al Hijo”. (Juan 5:22)

  • Jesús murió por nuestros pecados.

“Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu”. (1 Pedro 3:18)

  • Jesús provee salvación.

“Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo”. (1 Tesalonicenses 5:9)

  • Jesús envió al Espíritu Santo.

“Así que, exaltado por la diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís”. (Hechos 2:33)

¿Cuáles son las falsedades más grandes acerca de Jesucristo?

Aunque las Escrituras aclaran muy bien quién es Jesús, ciertos falsos maestros continúan hasta el día de hoy tratando de convencer a la gente. Con toda facilidad hacen declaraciones falsas que suenan a verdad a quienes no conocen la palabra de verdad. Algunos enseñan falsas doctrinas por ignorancia, pero otros lo hacen por ganancia económica o personal. El apóstol Pablo dijo,

“Porque éstos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo”.

(2 Corintios 11:13)

  • Liberalismo “Jesús fue un maestro de moral, pero no era Dios”

Respuesta bíblica:

Jesús es completamente Dios.

Entre muchas otras declaraciones que hablan de su posición como Dios, Jesús dijo,

“Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”. (Juan 14:6)

El apologista C. S. Lewis dio lo que ahora se conoce como su respuesta clásica a este argumento de “gran maestro/pero no Dios”. “Un hombre que sólo es humano y dice el tipo de cosas que Jesús dijo no es un gran maestro de moral. Sería un lunático. Estaría al nivel del hombre que dice que es un huevo tibio. O tendría que ser un demonio del infierno. Se debe elegir una opción. O este hombre era, y es, el Hijo de Dios: o un loco, o algo peor. Se le puede considerar un tonto, se le puede escupir y matar como si fuera un demonio; o puedes caer de rodillas a sus pies y llamarlo Señor y Dios. Pero no vengamos con estas locuras condescendientes acerca de que fue un gran maestro humano. Él no nos dio otra opción. Ni quiso hacerlo”.

“Aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo”.

(Tito 2:13)

  • Mormonismo: Jesús es el Hijo de Dios, pero no cuenta con la esencia singular que lo hace diferente a los demás seres humanos. Jesús fue sólo uno de los hijos espirituales de Dios, de la misma manera que su hermano Lucifer.

Respuesta bíblica:

Jesús es el único Hijo de Dios, totalmente Dios y totalmente hombre.

Lea las palabras exactas de José Smith: “Regresaré hasta el principio antes de que el mundo fuera creado, para demostrar qué tipo de ser es Dios… Dios mismo fue desde el principio como nosotros somos ahora, es un hombre exaltado… Voy a decirles cómo Dios llegó a ser Dios. Hemos imaginado y supuesto que Dios fue Dios desde toda la eternidad. Voy a refutar esa idea, y quitar el velo, para que ustedes puedan ver…

“Él fue un hombre como todos nosotros… Dios mismo, el Padre de todos nosotros, habitó en la tierra, lo mismo que Jesucristo… Aquí, entonces, se encuentra la vida eterna —conocer al único sabio y verdadero Dios; y deben aprender a ser dioses en sí mismos, y a ser reyes y sacerdotes para Dios, así como todos los dioses lo han hecho antes que ustedes.»

Esta enseñanza tan básica para la enseñanza de los Santos de los Últimos Días está en conflicto con sus propios libros sagrados autoritativos:

Libro del Mormón:

“Sé que Dios no es un ser que cambia, sino que es inmutable desde la eternidad y por toda la eternidad”.

(Moroni 8:18)

Biblia:

“Antes que naciesen los montes y formases la tierra y el mundo desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios”. (Salmos 90:2)

  • Modalismo presentado por la Unicidad Pentecostal

(Iglesia Pentecostal Unida Internacional):

No existe la Trinidad. Jesús es Padre, Hijo y Espíritu Santo. Dios aparece en diferentes momentos de la historia con una persona o manifestación diferente.

Respuesta bíblica:

Jesús es totalmente Dios, diferente de Dios el Padre y de Dios el Espíritu Santo.

El Modalismo no es posible desde el punto de vista bíblico como se puede apreciar en el relato del bautismo de Jesús. Como una fotografía en el tiempo, cuando Juan bautizó a Jesús, debe notarse como él Padre, el Hijo y el Espíritu Santo—tres personas distintas—se revelaron a sí mismas al mismo tiempo. Jesús ascendió del agua, el Espíritu de Dios descendió como una paloma y la voz de su Padre se escuchó desde el cielo. Cada una de las tres personas individuales de la Trinidad estuvo en el mismo lugar, al mismo tiempo, pero su forma de actuar era diferente.

“Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él. Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia”.

(Mateo 3:16–17

“Si es Dios, ¿cómo pudo él orar diciendo, ‘Padre nuestro que estás en los cielos?’ ”

Tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamentos, la Biblia enseña que existe un solo Dios. Al mismo tiempo, la Biblia presenta el concepto de la Trinidad—tres personas iguales que son Dios el Padre, Dios el Hijo y Dios el Espíritu Santo—no tres Dioses, sino tres personas que en esencia son una sola. Sólo existe un solo Dios. Cuando Jesús dio “la gran comisión” dijo: “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo”. (Mateo 28:19)

  • Islamismo: “Jesús es sólo un profeta, pero no es Dios”

Respuesta bíblica:

Jesús es totalmente Dios.

Todo musulmán fiel cree que Jesús fue un profeta y, según Mahoma, un profeta no puede mentir. Entre muchos de sus milagros, Jesús no sólo sanó a un paralítico, sino que perdonó pecados. Puesto que sólo Dios puede perdonar pecados, la gente acusó a Jesús de decir blasfemias. “¿Por qué habla éste así? Blasfemias dice. ¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios?”. (Marcos 2:7)

Conclusión:

Ya que Jesús es un profeta que no puede mentir, y que hizo lo que sólo Dios podía hacer—perdonar pecados—Jesús debe ser Dios.

—Todos los musulmanes fieles creen que “El [Alá]… envió… el evangelio (de Jesús)… como la guía para la humanidad” (Surah 3:3) y también saben que Alá no diría mentiras. El evangelio de Juan dice que el discípulo llamado Tomás dudó de la deidad de Jesús, no creía que él había resucitado de los muertos. Pero cuando Tomás vio a Jesús con las cicatrices de los clavos en sus manos, “Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío!” (Juan 20:28)

Conclusión:

Ya que Alá envió el “evangelio de Jesús,” y puesto que él no mentiría, el relato de Tomás debe ser verdad: es decir, Jesús es el Señor y es Dios.

Argumento:

“El cuadro que la Biblia presenta de Jesús es incorrecto. Los cristianos han tergiversado la Biblia para apoyar su creencia de que Jesús es Dios. El Corán es la revelación incorruptible directa de Dios”.

Respuesta:

Los musulmanes dicen que la Biblia está adulterada, pero no pueden presentar pruebas de que la Biblia ha sido tergiversada y que su mensaje está cambiado. Los musulmanes deben insistir en que la Biblia está equivocada porque dicen que los profetas bíblicos enseñaron el mismo mensaje de sus profetas islámicos.

  • De hecho, las propias palabras del Corán acerca de la Biblia apoyan que es correcta, puesto que el Corán mismo dice que nadie puede alterar la palabra de Dios. (Los musulmanes afirman categóricamente que el Corán no puede ser alterado)

“No hay nadie que pueda alterar las palabras (y decretos) de Alá”. (Surah 6:34)

  • El Corán reconoce que la ley del Antiguo Testamento y el evangelio provinieron de Dios.

“Fuimos nosotros quienes revelamos la ley (a Moisés): así fue como hubo guía y luz… Y en sus mismas pisadas enviamos a Jesús el hijo de María, confirmando así la ley que él había venido antes que él, enviamos el evangelio como una guía y luz, y la confirmación de la ley que vino antes que él, una guía y una amonestación para todos los que temen a Alá. Que el pueblo del evangelio juzgue por lo que Alá les ha revelado. Si alguno falla en juzgar (la luz de) lo que Alá ha revelado, son (peores) que los rebeldes. A ustedes les enviamos las verdaderas Escrituras, confirmando la Escritura que vino antes que él, a guardarla en toda seguridad”. (Surah 5:44, 46–48)

  • ¿Cuándo fue que la Biblia se corrompió? Es obvio que no fue antes de que se escribiera el Corán, o Mahoma le hubiera dicho a sus seguidores qué copias de la Biblia no estaban tergiversadas.
  • Por tanto, si la Biblia se corrompió debió haber sido después de la escritura del Corán (alrededor del 650 d.C.). Pero se cuenta con manuscritos anteriores a 650 d.C. de todos los libros de la Biblia, y todos contienen el mismo mensaje que encontramos en las Biblias modernas.

Conclusión:

La Biblia no puede estar tergiversada como dicen los musulmanes. Si un musulmán acepta la enseñanza del Corán acerca de que la Biblia es la revelación de Dios, entonces debe aceptar también el mensaje que contiene acerca de que Jesucristo es Dios.

  • Testigos de Jehová: “Jesús no es Dios, es un ser creado”

Respuesta bíblica:

Jesús es totalmente Dios.

Para algunos de los que están confundidos acerca de la deidad de Jesús, hágales estas tres preguntas con amabilidad y espere la respuesta a cada una de ellas.

#1  “¿A quién se menciona en Isaías 44:6?

“Así dice Jehová Rey de Israel, y su Redentor, Jehová de los ejércitos: Yo soy el primero, y yo soy el postrero, y fuera de mí no hay Dios”. (Isaías 44:6)

#2  “¿De quién habla Apocalipsis 1:5–8?”

“Jesucristo el testigo fiel… que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre. He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí, amén. Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso”. (Apocalipsis 1:5–8)

#3  “¿Puede ver que la santa palabra de Dios muestra con toda claridad que Jesucristo, el primero y el último (el Alfa y la Omega) es Jehová, el Señor Todopoderoso?” (El Alfa y la Omega significa “el primero y el último” porque son la primera y última letras del alfabeto griego)

“Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el primero y el último… Yo Jesús… soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana”. (Apocalipsis 22:13, 16)

            “A Cristo se le llama el “primogénito de toda la creación”. (Colosenses 1:15). Puesto que Cristo nació, ¿cómo puede entonces ser Dios?”

El nacimiento de Jesús es un hecho singular en la historia de la humanidad. Él siempre fue completamente Dios pero también se hizo humano al momento de su encarnación. Juan 1:14 dice,

“Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros”.

La palabra “primogénito” de Colosenses 1:15 nos indica la posición de Cristo: El está sobre toda la creación. Nótese que el siguiente versículo (v. 16) dice que él creó todas las cosas—eso es algo que sólo Dios puede hacer.

“Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él”. (Colosenses 1:16)

La causa para negar que Jesús es Dios

Creencia errónea:

“No importa cuánta evidencia presente la Biblia acerca de Jesús, de todos modos no puedo depositar mi fe en él. En realidad no importa cuántos milagros haya hecho, no quiero aceptar que Jesús es Dios. No lo necesito en mi vida”.

“Pero a pesar de que había hecho tantas señales delante de ellos, no creían en él”. (Juan 12:37)

Creencia correcta:

Acepto la evidencia que la Biblia presenta acerca de Jesús. Ahora veo que tengo necesidad de él porque he pecado y no quiero estar separado de Dios por mis pecados. También reconozco que Jesús es Dios y tiene el poder de perdonarme, de limpiarme, de cambiarme y de darme vida eterna. Al confiar en él y en lo que él hizo por mí en la cruz, quiero que entre en mi vida y me haga la persona para lo cual me creó.

“Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre”. (Juan 20:31)

  1. Pasos Para Encontrar La Solucion

Conocer a Jesús es conocer a Dios, es tener el perdón de nuestros pecados y tener vida eterna. Millones de personas de diferentes culturas y a través de los siglos han experimentado el cambio de vida que sucede cuando se dan cuenta de que Jesús es Dios y deciden depositar su fe en él.

“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nueva”. (2 Corintios 5:17)

  1. Versículo clave para memorizar

La siguiente porción de las Escrituras es la declaración más clara y directa de que Jesús [llamado el Verbo] es Dios. (También véase Juan capítulo 14).

“En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios”.

(Juan 1:1)

  1. Pasaje clave para leer y meditar

El evangelio de Juan

Los cuatro evangelios (que literalmente significan, “buenas nuevas”) son cuatro biografías que revelan las buenas nuevas acerca de la vida y el plan de Jesucristo. Cada biógrafo tuvo lectores diferentes y un propósito distinto al escribir.

  • Mateo escribió a los judíos para mostrar a Jesús como el Mesías prometido.
  • Marcos escribió a los romanos para demostrar que Jesús es el siervo obediente.
  • Lucas escribió a los griegos para mostrar que Jesús es el hombre perfecto.
  • Juan escribió a todo el mundo para mostrar que Jesús es el Dios Altísimo.

Puesto que el propósito principal del evangelio de Juan es demostrar que Jesús es Dios, si desea ver lo que Juan quería que viéramos, lea cada capítulo con papel y lápiz en mano. Haga una lista de cada nombre dado a Jesús, así como cada situación que indica que en verdad él es Dios.

Capítulo 1        El Dios creador (el Verbo) que viene en forma humana.

Capítulo 2        El hacedor de milagros profetiza su propia resurrección.

Capítulo 3        El único Hijo que ofrece salvación.

Capítulo 4        El Mesías que sacia la sed con agua viva.

Capítulo 5        El Hijo de Dios que es igual al Padre.

Capítulo 6        El pan de vida que alimentó a los 5,000.

Capítulo 7        El Cristo que asombró a los judíos con sus enseñanzas.

Capítulo 8        La verdad que da libertad al pueblo.

Capítulo 9        La luz que sana la ceguera.

Capítulo 10      El pastor que cuida de sus ovejas.

Capítulo 11      La resurrección que levantó a Lázaro de los muertos.

Capítulo 12      El rey de Israel que es ungido y cumple la profecía.

Capítulo 13      El siervo que predice al que lo traicionaría.

Capítulo 14      El camino, la verdad y la vida: él y su Padre son uno solo.

Capítulo 15      La vid verdadera que produce fruto por medio de sus ramas.

Capítulo 16      El conquistador ha vencido sobre el mundo.

Capítulo 17      El intercesor que ora por sus seguidores.

Capítulo 18      El nazareno que sorprende a los soldados con su poderosa presencia.

Capítulo 19      El rey de los judíos que cumple las profecías con su \ muerte.

Capítulo 20      El Señor Dios que resucitó y satisfizo a los escépticos.

Capítulo 21      El Señor de amor llena la red y perdona y restaura a Pedro.

  1. ¿Cómo describe la Biblia a Jesús?

En la historia bíblica, el nombre de una persona comunicaba una característica específica, un “algo” significativo acerca de esa persona. Podía ser una cualidad física, una singularidad familiar o un acontecimiento durante su nacimiento. Lo mismo es cierto para Jesús de Nazaret, a quien la Biblia identifica con más de 100 nombres. Si realmente quiere conocer a Jesús, tómese el tiempo para estudiarlos.

“En ti confiarán los que conocen tu nombre por cuanto tú, oh Jehová, no desamparaste a los que te buscaron”.

(Salmos 9:10)

La siguiente lista contiene muchos de los nombres, títulos y descripciones de Jesús:

  • Abogado—1 Juan 2:1—Él ruega a favor nuestro ante el Padre celestial.
  • Todopoderoso—Apocalipsis 1:8; 22:13, 16—Él tiene todo poder.
  • Alfa y Omega—Apocalipsis 1:8—Él es el primero y el último, soberano sobre toda la historia humana.
  • Apóstol—Hebreos 3:2—Fue enviado con un mensaje para nosotros.
  • Sacrificio expiatorio—1 Juan 2:2; 4:10—Él es nuestro abogado y el sacrificio vicario.
  • Autor y consumador—Hebreos 12:2—Él es creador y perfeccionador de nuestra fe.
  • Bendito y único Rey—1 Timoteo 6:15—Él es rey soberano del universo.
  • Serpiente de bronce—Juan 3:14—Él es el símbolo de la sanidad.
  • Pan de vida—Juan 6:35—Es el sustento esencial de nuestras vidas.
  • Novio—Mateo 9:15—Ama, protege y provee para su iglesia, su esposa.
  • Estrella de la mañana—Apocalipsis 22:16—Es la luz más brillante de sabiduría en nuestro corazón y vida.
  • Cristo/Mesías—Mateo 1:16; Juan 1:41—Él es el Ungido y elegido de Dios.
  • Piedra angular—Efesios 2:20—Él es el elemento esencial de nuestro fundamento.
  • Liberador—Romanos 11:26—Es quien nos salva de la paga de nuestros pecados.
  • Descendiente de David—2 Timoteo 2:8—Es el Mesías prometido a través de la descendencia de David.
  • La puerta—Juan 10:7—Es el único camino a la vida eterna.
  • Representación exacta de Dios—Hebreos 1:3—Nos presenta a Dios con exactitud porque él es Dios.
  • Primogénito—Hebreos 1:6—Jesús tiene la preeminencia sobre todo.
  • Primeros frutos—1 Corintios 15:23—Fue el primero en resucitar de los muertos.
  • Precursor—Hebreos 6:20—Es el primero en haber entrado en la presencia de Dios a nuestro favor.
  • Amigo de los pecadores—Mateo 11:19—Ofrece el perdón de nuestros pecados.
  • Don de Dios—2 Corintios 9:15—Es un regalo a nosotros para que seamos salvos.
  • Dios—Juan 1:1—Es la segunda persona de la Trinidad, Dios el Hijo.
  • Cabeza de la Iglesia—Efesios 5:23—Es el líder de su Iglesia.
  • Heredero de todas las cosas—Hebreos 1:2—Él es el dueño de toda la creación.
  • Sumo sacerdote—Hebreos 3:1; 7:17—Es nuestra máxima autoridad espiritual, nuestro puente para llegar a Dios.
  • El Santo de Dios—Marcos 1:24—Es apartado por Dios, como nadie más.
  • Siervo santo—Hechos 4:30—Está apartado como el supremo ejemplo de siervo.
  • Emanuel—Mateo 1:23—Él es la presencia de “Dios con nosotros”.
  • Yo soy—Juan 8:58—Él es Yahweh, Señor Dios del Antiguo Testamento.
  • Juez—Hechos 10:42—Es el juez justo sobre los vivos y muertos.
  • Rey de reyes—Apocalipsis 17:14; 19:16—Es soberano sobre todos los reyes.
  • Cordero de Dios—Juan 1:29, 36—Es el sacrificio perfecto para quitar nuestros pecados.
  • Vida—Juan 14:6; 1 Juan 5:11—Es la personificación de la vida eterna.
  • Luz del mundo—Juan 9:5—El provee la luz espiritual en un mundo de oscuridad.
  • León de la tribu de Judá—Apocalipsis 5:5—Él es el jefe de la descendencia de Judá, el Mesías (Génesis 49:9).
  • Señor de señores—Apocalipsis 19:16—Es la autoridad soberana sobre todas las autoridades.
  • Mediador—1 Timoteo 2:5—Es nuestro árbitro, quien nos reconcilia con Dios.
  • Dios todopoderoso—Isaías 9:6—Él es divino, poseedor de todo poder.
  • Estrella de la mañana—2 Pedro 1:19—Es la estrella de la mañana que ilumina nuestros corazones y mentes.
  • Uno y único Hijo el Padre—Juan 1:14, 18—Él es el único Hijo del Padre celestial.
  • El amado de Dios—Efesios 1:6—Ocupa un lugar especial en el corazón del Padre.
  • Nuestra esperanza—1 Timoteo 1:1—Es nuestra seguridad de salvación a través de la fe en él.
  • Protector—1 Pedro 2:25—Él es el pastor de la iglesia.
  • Cordero pascual—1 Corintios 5:7—Derramó su sangre para pagar nuestra salvación.
  • Médico—Mateo 8:5–13—Él es nuestro gran sanador.
  • Poder de Dios—1 Corintios 1:24—Él es la expresión del poder de Dios para la salvación.
  • Profeta—Hechos 3:22—Él proclama la verdad de Dios.
  • Rabí—Juan 3:2—Es el más importante maestro de la verdad espiritual.
  • Resplandor de la gloria de Dios—Hebreos 1:3—Él muestra la grandeza de la gloria de Dios.
  • Rescate—1 Timoteo 2:6—Pagó el precio con su vida para salvarnos de la muerte eterna.
  • Segador—Apocalipsis 14:15—Es el que reunirá a los que no se arrepientan para su destino final.
  • Redención—1 Corintios 1:30—Pagó el precio de nuestros pecados y nos reconcilia con Dios.
  • Resurrección—Juan 11:25—Es quien nos levantará de la muerte.
  • Sol naciente—Lucas 1:78—Es como el amanecer que disipa la oscuridad y alumbra nuestra camino.
  • Raíz de David—Apocalipsis 22:16—Es la fuente y el Hijo de David, un requisito indispensable del Mesías.
  • Regidor—Mateo 2:6—Es soberano sobre todo.
  • Salvador—Lucas 2:11—Es quien nos redime.
  • Simiente de Abraham—Gálatas 3:16, 19—Es el Mesías prometido de la descendencia de Abraham por medio de quien los judíos y los gentiles pueden ser redimidos.
  • Pastor—el Gran Pastor—1 Pedro 5:4—Es el mayor ejemplo de pastor que con amor cuida de su rebaño—El buen Pastor—Juan 10:11, 14—Conoce y protege a sus ovejas y da su vida por la de ellas—El gran Pastor—Hebreos 13:20—Nos guía para hacer la voluntad de Dios.
  • Hijo de David—Mateo 21:9—Es el verdadero Rey de Israel que vino en el nombre del Señor.
  • Hijo de Dios—Mateo 16:16—Es la deidad en forma humana.
  • Hijo de hombre—Mateo 8:20—Es totalmente humano y totalmente Dios por eso, se puede identificar con nuestras debilidades y sufrimientos humanos.
  • Hijo de María—Marcos 6:3—Nació de María y el Espíritu de Dios.
  • Hijo del Altísimo—Lucas 1:32—Es el Hijo de Dios, cuyo reino no tendrá fin.
  • Piedra de tropiezo—Romanos 9:33—Es la piedra que ofende a quienes buscan a Dios a través de las obras y no de la fe.
  • Verdad—Juan 14:6—Es la personificación de toda sabiduría y toda verdad.
  • Viña—Juan 15:1—Es el proveedor y sustentador de la fortaleza espiritual de la cual debemos depender.
  • Camino—Juan 14:6—Es el único camino para conocer a Dios.
  • Sabiduría de Dios—1 Corintios 1:24—Es la expresión de la sabiduría de Dios para obtener la Salvación.
  • Verbo—Juan 1:1—Es la personificación viviente de la revelación de Dios para nosotros.

Prueba de que Jesús es Dios

Si tuviera que hacer una evaluación de un hombre que tiene una posición de alto honor y autoridad, tendría que buscar cualquier evidencia que reflejara su verdadero carácter y habilidades. Leería su currículo, consideraría sus logros, leería las cartas de recomendación, llamaría y revisaría sus referencias personales y trataría de observar cómo reacciona en situaciones normales de la vida.

Al leer las afirmaciones de la deidad de Cristo, su meta sería descubrir la verdad y hacer un juicio inteligente en cuanto al carácter y aptitudes del Señor. Aplique el siguiente procedimiento para determinar cuán viable es que él sea divino.

“El corazón del entendido adquiere sabiduría y el oído de los sabios busca la ciencia”. (Proverbios 18:15)

  • Lea su currículo… ¿Quién es él y que es lo que la Biblia establece claramente acerca de la persona de Jesucristo?
  • Considere sus logros pasados… ¿Qué eventos en la vida de Jesús prueban su autoridad sobrenatural y divina?
  • Lea sus cartas de recomendación… ¿Qué dijeron los testigos que presenciaron su vida y sus milagros—aquellos que conocieron personalmente a Jesús?
  • Revise las referencias personales… ¿Qué impacto tuvo Jesús en la vida de las personas?
  • Descubra cómo actuaba Jesús “de manera natural”

¿Cuáles eran sus dones naturales o sobrenaturales?

Si tiene preguntas acerca de Jesús, necesita discernir cuáles son sus credenciales. Si realmente quiere conocer la esencia de su identidad—“¿Es Jesús realmente Dios?”— busque la verdad acerca de él con todo su corazón… y cuando la encuentre, él se manifestará a usted. La promesa de Dios para nosotros dice:

“Y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón”.

(Jeremías 29:13–14)

Evidencias que validan el Veredicto

La pregunta acerca de la deidad de Cristo es una que no se puede postergar o ignorar. Existen suficientes evidencias que confirman y validan la verdad de que Jesús es Dios. Él mismo dijo, “El que me ha visto a mí ha visto al Padre(Juan 14:9). Jesús fue enviado a esta Tierra para darnos de su entendimiento para conocer a Dios. Jesús es Dios y en él se encuentra la vida eterna.

“Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna”. (1 Juan 5:20)

evidencia

Profecías cumplidas en Jesús—Compare las profecías del Antiguo Testamento con su cumplimiento en el Nuevo.

“Porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo”. (2 Pedro 1:21)

Resurrección de Jesús de los muertos—Compare las teorías falsas con los hechos reales de la resurrección.

“Después[de que fue sepultado] apareció a Jacobo; después a todos los apóstoles; y al último de todos, como a un abortivo, me apareció a mí”. (1 Corintios 15:7–8)

Testimonio verbal de los testigos y mártires—Escuche con su corazón a los testigos que arriesgaron su vida para proclamar la verdad. Tomás, quien fue testigo de las cicatrices de sus manos, dijo,

“¡Señor mío, y Dios mío!”. (Juan 20:28)

Testimonio de vidas transformadas—Considere cómo fueron cambiadas las vidas de quienes depositaron su fe en el poder del Cristo resucitado.

“Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva”. (Romanos 6:4)

Obras que hizo Jesús que sólo Dios puede hacer—Examine las obras sobrenaturales de Jesús que revelan que él es Dios.

“Al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados. Estaban allí sentados algunos de los escribas, los cuales cavilaban en sus corazones: ¿Por qué habla éste así? Blasfemias dice. ¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios?”. (Marcos 2:5–7)

Profecías cumplidas en Jesús

Cuando Jesús apareció en la tierra como el Mesías, su arribo fue ampliamente profetizado. Por cientos de años los profetas del Antiguo Testamento proclamaron la llegada del Mesías. De hecho, cuando examina las profecías, nadie más que Jesús pudo haber cumplido todas ellas. Y todas esas profecías provienen del corazón de Dios.

“Porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo”.

(2 Pedro 1:20–21)

Predicción del Antiguo Testamento

Cumplimiento en el Nuevo Testamento

La descendencia del Mesías desde Abraham

•    “En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste a mi voz”. (Génesis 22:18)

•    “Ahora bien, a Abraham fueron hechas las promesas, y a su simiente. No dice: Y a las simientes, como si hablase de muchos, sino como de uno: Y a tu simiente, la cual es Cristo”. (Gálatas 3:16)

El Mesías era del linaje de Judá

•    “No será quitado el cetro de Judá, ni el legislador de entre sus pies, hasta que venga Siloh; y a él se congregarán los pueblos”. (Génesis 49:10)

•    “Uno de los ancianos me dijo: No llores. He aquí que el León de la tribu de Judá, la raíz de David, [Jesús] ha vencido para abrir el libro y desatar sus siete sellos”. (Apocalipsis 5:5)

El Mesías vendría del linaje de David

•    “Hice pacto con mi escogido; juré a David mi siervo, diciendo: para siempre confirmaré tu descendencia, y edificaré tu trono por todas las generaciones”. (Salmos 89:3–4)

•    “Quitado éste, [Dios] les levantó por rey a David, de quien dio también testimonio diciendo: He hallado a David hijo de Isaí, varón conforme a mi corazón, quien hará todo lo que yo quiero. De la descendencia de éste, y conforme a la promesa, Dios levantó a Jesús por Salvador a Israel”. (Hechos 13:22–23)

Lugar de nacimiento del Mesías

•    “Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad”. (Miqueas 5:2)

•    “Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos, diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle”. (Mateo 2:1–2)

El precursor del Mesías

•    “ ‘He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el camino delante de mí; y vendrá súbitamente a su templo el Señor a quien vosotros buscáis, y el ángel del pacto, a quien deseáis vosotros. He aquí viene, ha dicho Jehová de los ejércitos”. (Malaquías 3:1)

[Acerca de Juan el Bautista]

•    “Este es de quien está escrito: He aquí, envío mi mensajero delante de tu faz, el cual preparará tu camino delante de ti”. (Lucas 7:27)

Ministerio del Mesías en Galilea

•    “Mas no habrá siempre oscuridad para la que está ahora en angustia, tal como la aflicción que le vino en el tiempo que livianamente tocaron la primera vez a la tierra de Zabulón y a la tierra de Neftalí; pues al fin llenará de gloria el camino del mar, de aquel lado del Jordán, en Galilea de los gentiles”. (Isaías 9:1)

•    “Cuando Jesús oyó que Juan estaba preso, volvió a Galilea; y dejando a Nazaret, vino y habitó en Capernaum, ciudad marítima, en la región de Zabulón y de Neftalí, para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: Tierra de Zabulón y tierra de Neftalí, camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los gentiles; el pueblo asentado en tinieblas vio gran luz; y a los asentados en región de sombra de muerte, luz les resplandeció’ ”. (Mateo 4:12–16)

El Mesías como profeta

[Moisés dijo]

•    Profeta de en medio de ti, de tus hermanos, como yo, te levantará Jehová tu Dios; a él oiréis”. (Deuteronomio 18:15)

[Acerca del discípulo judío llamado Pedro respecto a Jesús]

•    “Porque Moisés dijo a los padres: El Señor vuestro Dios os levantará profeta de entre vuestros hermanos, como a mí; a él oiréis en todas las cosas que os hable’ ”. (Hechos 3:22)

La entrada del Mesías en Jerusalén sobre un asno

•    “Alégrate mucho, hija de Sion; da voces de júbilo, hija de Jerusalén; he aquí tu rey vendrá a ti, justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna”. (Zacarías 9:9)

•    “Y halló Jesús un asnillo, y montó sobre él, como está escrito: No temas, hija de Sion; he aquí tu Rey viene, montado sobre un pollino de asna”. (Juan 12:14–15)

Burla e insultos al Mesías

•    “Todos los que me ven me escarnecen; estiran la boca, menean la cabeza, diciendo: se encomendó a Jehová; líbrele él; sálvele, puesto que en él se complacía”. (Salmos 22:7–8)

•    “Y el pueblo estaba mirando; y aun los gobernantes se burlaban de él, diciendo: A otros salvó; sálvese a sí mismo, si éste es el Cristo, el escogido de Dios”. (Lucas 23:35)

El Mesías vendido por plata

•    “Y les dije: Si os parece bien, dadme mi salario; y si no, dejadlo. Y pesaron por mi salario treinta piezas de plata”. (Zacarías 11:12)

•    “Y [Judas] les dijo: ¿Qué me queréis dar, y yo os lo entregaré? Y ellos le asignaron treinta piezas de plata”. (Mateo 26:15)

El Mesías traicionado por un amigo

•    “Aun el hombre de mi paz, en quien yo confiaba, el que de mi pan comía, alzó contra mí el calcañar”. (Salmos 41:9)

•    “Y mientras comían, [Jesús] dijo: De cierto os digo, que uno de vosotros me va a entregar… Entonces respondiendo Judas, el que le entregaba, dijo: ¿Soy yo, Maestro? Le dijo: Tú lo has dicho”. (Mateo 26:21, 25)

Se le ofreció al Mesías vinagre y hiel

•    “Me pusieron además hiel por comida, Y en mi sed me dieron a beber vinagre”. (Salmos 69:21)

•    Lle dieron a beber vinagre mezclado con hiel; pero después de haberlo probado, no quiso beberlo”. (Mateo 27:34)

El Mesías ora por sus detractores

•    “Habiendo él llevado el pecado de muchos, y orado por los transgresores”. (Isaías 53:12)

•    “Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”. (Lucas 23:34)

El Mesías encomienda su espíritu a Dios

•    “En tu mano encomiendo mi espíritu; Tú me has redimido, oh Jehová, Dios de verdad”. (Salmos 31:5)

•    “Entonces Jesús, clamando a gran voz, dijo: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu. Y habiendo dicho esto, expiró”. (Lucas 23:46)

La ropa del Mesías se reparte por suertes

•    Repartieron entre sí mis vestidos, y sobre mi ropa echaron suertes”. (Salmos 22:18)

•    “Cuando le hubieron crucificado, repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes”. (Mateo 27:35)

Los huesos del Mesías no fueron quebrados

•    “Él guarda todos sus huesos; Ni uno de ellos será quebrantado”. (Salmos 34:20)

•    “Mas cuando llegaron a Jesús, como le vieron ya muerto, no le quebraron las piernas”. (Juan 19:33)

El cuerpo del Mesías fue traspasado

•    “Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalén, espíritu de gracia y de oración; y mirarán a mí, a quien traspasaron, y llorarán como se llora por hijo unigénito, afligiéndose por él como quien se aflige por el primogénito”. (Zacarías 12:10)

•    “Pero uno de los soldados le abrió el costado con una lanza, y al instante salió sangre y agua”. (Juan 19:34)

El Mesías resucitó y no vio corrupción

•    “Porque no dejarás mi alma en el Seol, ni permitirás que tu santo vea corrupción”. (Salmos 16:10)

•    “Viéndolo antes, habló de la resurrección de Cristo, que su alma no fue dejada en el Hades, ni su carne vio corrupción”. (Hechos 2:31)

            “Como conocía las Escrituras judías, ¿no pudo Jesús sólo conformar sus palabras y hechos a las profecías mesiánicas?”

Aun si se quitaran algunas de sus palabras y hechos, las que en teoría él habría podido controlar, hay muchas otras profecías cumplidas que él mismo no habría podido manipular. Por ejemplo:

  • Como un hombre común, Jesús no habría podido planear su nacimiento en Belén (Miqueas 5:2) siendo que su familia vivía en Nazaret.
  • Jesús fue traicionado por 30 piezas de plata (Zacarías 11:12).
  • Jesús fue sepultado en la tumba de un hombre rico (Isaías 53:9).

Resurrección de Jesús

Los milagros de Jesús durante su ministerio terrenal y su resurrección son testimonio fiel de su deidad. Ninguno de los individuos que volvieron a la vida en el registro Bíblico dijeron que su restauración era prueba de su deidad, ni lo declararon así ninguno de los profetas o apóstoles inspirados. Por otro lado, Jesús sí lo hizo y los escritores del Nuevo Testamento lo confirmaron. (Lea Juan 2:19.) Su resurrección fue diferente por quién era y por quién es—totalmente Dios y totalmente hombre. En consecuencia, su resurrección representa una de las evidencias más importantes de su deidad.

“Acerca de su Hijo, nuestro Señor Jesucristo, que era del linaje de David según la carne, que fue declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por la resurrección de entre los muertos”.

(Romanos 1:3–4)

Cuatro teorías falsas acerca de la resurrección de Jesús

Mucha gente es como el “incrédulo Tomás”—se rehúsa a creer la clara evidencia de la resurrección de Jesús. Esta evidencia es tan contundente—que sólo los prejuicios contra de Jesús o la negación de su existencia podría provocar que una persona negara la resurrección.

“Pero Tomás, uno de los doce, llamado Dídimo, no estaba con ellos cuando Jesús vino. Le dijeron, pues, los otros discípulos: Al Señor hemos visto. El les dijo: Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré”.

(Juan 20:24–25)

  • Teoría #1:

Los discípulos robaron el cuerpo de Jesús y luego declararon que él resucitó de los muertos.

Esta es la teoría falsa de la resurrección de Jesús más antigua. Mateo dice que los líderes judíos fabricaron esa historia para explicar la desaparición del cuerpo. Los discípulos lo entregaron todo, incluyendo sus vidas, para predicar que Cristo había resucitado. Ciertamente no hubieran hecho algo así si supieran que estaban ¡mintiendo acerca de la resurrección!

“Y reunidos con los ancianos, y habido consejo, dieron mucho dinero a los soldados, diciendo: Decid vosotros: Sus discípulos vinieron de noche, y lo hurtaron, estando nosotros dormidos. Y si esto lo oyere el gobernador, nosotros le persuadiremos, y os pondremos a salvo. Y ellos, tomando el dinero, hicieron como se les había instruido. Este dicho se ha divulgado entre los judíos hasta el día de hoy”. (Mateo 28:12–15)

—Realidad 1:

Después de su crucifixión, Jesús fue sepultado por José de Arimatea en una tumba.

José era miembro del Sanedrín judío que ordenó crucificar a Jesús, así que no es probable que la primera iglesia hubiera declarado que José sepultó a Jesús si fuera mentira.

“[José] compró una sábana, y quitándolo, lo envolvió en la sábana, y lo puso en un sepulcro que estaba cavado en una peña, e hizo rodar una piedra a la entrada del sepulcro”. (Marcos 15:46)

  • Teoría #2:

Las mujeres se equivocaron de sepulcro.

Esta teoría no es creíble. Las mujeres sabían muy bien en qué sepulcro había sido puesto Jesús. No habrían cometido semejante error. Aun si las mujeres se hubieran equivocado, los discípulos habrían ido a la correcta y habrían encontrado su cuerpo.

“Y las mujeres que habían venido con él desde Galilea, siguieron también, y vieron el sepulcro, y cómo fue puesto su cuerpo”. (Lucas 23:55)

—Realidad 2:

El día domingo después de la crucifixión, la tumba de Jesús fue hallada vacía por un grupo de sus seguidoras.

Si la primera iglesia hubiera inventado la historia de la tumba vacía, ciertamente no habría dicho que las mujeres fueron los primeros testigos de la tumba vacía. El testimonio de una mujer era prácticamente nulo en la Palestina del primer siglo. Aun los doce discípulos no creían a las mujeres de la resurrección de Jesús hasta que lo investigaron y comprobaron por sí mismos.

“Eran María Magdalena, y Juana, y María madre de Jacobo, y las demás con ellas, quienes dijeron estas cosas a los apóstoles. Mas a ellos les parecían locura las palabras de ellas, y no las creían. Pero levantándose Pedro, corrió al sepulcro; y cuando miró dentro, vio los lienzos solos, y se fue a casa maravillándose de lo que había sucedido”. (Lucas 24:10–12)

  • Teoría #3:

La resurrección es sólo una metáfora que indica la continuidad espiritual de Jesús en sus seguidores.

Los escritores del Nuevo Testamento afirman que Jesús resucitó corporalmente, no solo espiritualmente. Los judíos creían en la resurrección corporal, no simplemente en una espiritual. Ninguna teoría de resurrección espiritual puede explicar el hecho de la tumba vacía.

“Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras; y que apareció a Cefas, y después a los doce. Después apareció a más de quinientos hermanos a la vez, de los cuales muchos viven aún, y otros ya duermen”. (1 Corintios 15:3–6)

—Realidad 3:

En varias ocasiones y bajo diversas circunstancias, diferentes individuos y grupos de personas observaron la aparición del Jesús vivo de entre los muertos.

Pablo provee una lista de las personas que vieron a Jesús resucitado (1 Corintios 15:5–8). Las apariciones después de la resurrección en los evangelios proveen otros testimonios de la resurrección de Jesús. Ciertamente todos estos testigos no tuvieron alucinaciones de haber visto a Jesús resucitado de entre los muertos.

“Y que apareció a Cefas, y después a los doce. Después apareció a más de quinientos hermanos a la vez, de los cuales muchos viven aún, y otros ya duermen. Después apareció a Jacobo; después a todos los apóstoles; y al último de todos, como a un abortivo, me apareció a mí”. (1 Corintios 15:5–8)

  • Teoría #4:

La resurrección de Jesús es sólo una leyenda.

Los que sostienen este punto de vista declaran que los discípulos estaban tan ofuscados por la muerte de Jesús, que tenían alucinaciones de verlo levantado de los muertos. Pero más de 500 personas vieron al Señor resucitado. Algunos de ellos, como Pablo, no estaban aturdidos por el dolor. No hay nada que pueda hacer que ¡500 personas alucinen sobre el mismo evento! El hermano de Jesús, Santiago, no creía que Jesús era el Mesías antes de su crucifixión, pero también lo vio resucitado. La tumba vacía y los cientos de testigos oculares son evidencia de que Jesús sí resucitó de los muertos.

“Después [Jesús] apareció a Jacobo; después a todos los apóstoles, y al último de todos, como a un abortivo, me apareció a mí [Pablo]”. (1 Corintios 15:7–8)

—Realidad 4:

Los primeros discípulos creyeron que Jesús resucitó de los muertos a pesar de que tenían todos los argumentos para no hacerlo.

Los seguidores de Jesús no creían que el Mesías iba a morir, mucho menos que iba a resucitar. Pero ya que sí fue crucificado, se le consideraría un hereje según la ley del Antiguo Testamento. Los judíos creyeron en la resurrección, pero sólo en la resurrección de todos en el fin del mundo. Ellos no creían que los individuos resucitarían antes de ese tiempo.

“Luego llegó Simón Pedro tras él, y entró en el sepulcro, y vio los lienzos puestos allí, y el sudario, que había estado sobre la cabeza de Jesús, no puesto con los lienzos, sino enrollado en un lugar aparte. Entonces entró también el otro discípulo, que había venido primero al sepulcro; y vio, y creyó”. (Juan 20:6–8)

Aun el incrédulo Tomás se convirtió en el creyente Tomás cuando el Señor se le presentó como evidencia viva de su resurrección.

“[Jesús] luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente. Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío! Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron”.

(Juan 20:27–29)

¿Cuál es su veredicto?

Siempre habrá quienes se resistan a creer que Jesús resucitó de los muertos. Sin embargo, todas las evidencias son reconocidas por la mayoría de los eruditos. Son pruebas contundentes de que la primera iglesia no inventó la historia de la resurrección. Los que son sabios tendrán una mente abierta a todos los hechos antes de llegar a la convicción de que la resurrección es una falsedad.

“Pero cuando oyeron lo de la resurrección de los muertos, unos se burlaban, y otros decían: Ya te oiremos acerca de esto otra vez”.

(Hechos 17:32)

            “¿Por qué es tan importante la resurrección de Jesús?”

La esperanza del cristianismo se basa en la resurrección de Jesús. Si Jesús no resucitó

de los muertos, no hay victoria sobre la muerte o sobre el pecado. Estaríamos sin esperanza de vida eterna y de perdón de pecados.

“Y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana; aún estáis en vuestros pecados”.

(1 Corintios 15:17)

El Testimonio de los mártires es una prueba de la identidad de Jesús

Los primeros discípulos proclamaron que Jesús era el Mesías, el único Salvador y el único Dios verdadero. La mayoría de ellos murió porque continuaron proclamando ese mensaje. Si no hubieran estado totalmente convencidos de la identidad de Jesús, habrían dejado de testificar acerca de Cristo porque ellos sabían que tal hecho pondría su vida en verdadero peligro. El apóstol Pablo explicó la persecución de la que fue objeto por testificar de Cristo:

“Yo más; en trabajos más abundante; en azotes sin número; en cárceles más; en peligros de muerte muchas veces. De los judíos cinco veces he recibido cuarenta azotes menos uno. Tres veces he sido azotado con varas; una vez apedreado; tres veces he padecido naufragio; una noche y un día he estado como náufrago en alta mar; en caminos muchas veces; en peligros de ríos, peligros de ladrones, peligros de los de mi nación, peligros de los gentiles, peligros en la ciudad, peligros en el desierto, peligros en el mar, peligros entre falsos hermanos”.

(2 Corintios 11:23–26)

¿Qué dice la gente y los libros de la Biblia acerca de la deidad de Cristo?

  • Pablo de refiere a Jesús como “Dios” y “Salvador”.

“Aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo”. (Tito 2:13)

  • Pedro habla de Jesús como “Dios” y “Salvador”.

“Simón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, a los que habéis alcanzado, por la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo, una fe igualmente preciosa que la nuestra”. (2 Pedro 1:1)

  • Tomás hizo alusión a Jesús como “Señor mío y Dios mío”.

“Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío!”. (Juan 20:28)

  • Juan escribió de Jesús como “el Verbo” y como “Dios”.

“En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios”. (Juan 1:1)

  • Jesús dijo que él y Dios el Padre son uno.

“Yo y el Padre uno somos”. (Juan 10:30)

  • En Hebreos, Jesús es llamado “Dios”.

“Mas del Hijo dice: Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo; cetro de equidad es el cetro de tu reino’ ”.

(Hebreos 1:8)

  • En 1 Juan, Jesús se llama “el Dios verdadero y la vida eterna”.

“Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna”. (1 Juan 5:20)

  • En Filipenses, Jesús se describe como teniendo “la misma naturaleza de Dios”.

“Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse”.

(Filipenses 2:5–6)

  • En Colosenses, Jesús es completamente Dios.

“Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad”. (Colosenses 2:9–10)

  • En el evangelio de Juan, Jesús es el gran “yo soy”. (Véase Éxodo 3:14.)

“Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy”. (Juan 8:58)

  • En Romanos, Jesús es el “Dios sobre todas las cosas”.

“De quienes son los patriarcas, y de los cuales, según la carne, vino Cristo, el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos. Amén”. (Romanos 9:5)

El testimonio de las vidas cambiadas por la fe en Jesús

¿Qué es lo que tienen en común innumerable cantidad de alcohólicos, adúlteros, prostitutas, ladrones y hombres y mujeres impías que han aceptado a Jesucristo como su Salvador personal y Señor? Todos han experimentado la transformación interna de su vida que sólo proviene de Jesucristo. Sólo Jesús da perdón de pecados y el poder del Espíritu Santo para transformar la vida de pecadores a santos.

“¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios. Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios”.

(1 Corintios 6:9–11)

  • Martín Lutero: Un alma atribulada encuentra paz con Dios.

—Un temeroso Martín Lutero se hizo sacerdote pero encontró que las actividades religiosas no podían quitarle la culpa que inundaba su alma vacía. Cuando aceptó la verdad de las Escrituras de que la salvación es por fe y no por obras, Dios quitó toda culpa y Lutero experimentó la paz con Dios

  • Agustín: Un hombre inmoral experimenta la limpieza de Cristo.

—Agustín era un hombre inmoral que no podía alejarse de sus concubinas por muchos esfuerzos que hiciera. Finalmente se dio cuenta de la verdad de su estado de pecado y aceptó la redención que viene de Cristo. Dios cambió su vida y dejó sus aventuras inmorales.

  • William Cetnar: Dios liberó a un hombre atrapado en una secta.

—William Cetnar estuvo en las garras de los Testigos de Jehová por muchos años. Después de haber sido excomulgado por causa de la discusión acerca de las transfusiones de sangre, Cetnar investigó las Escrituras con una nueva perspectiva. Sin la influencia de los Testigos de Jehová, William Cetnar pudo ver la verdad—Jesús es Dios y la salvación proviene sólo a través de él.

  • Perpetua: Sólo Cristo debe recibir adoración, y no los ídolos.

—El emperador romano Septimius Severus requería que todos ofrecieran sacrificios para el emperador. Pero Perpetua, una chica cristiana de veintidós años, no practicaba la idolatría. Ella y sus amigos fueron asesinados en el Coliseo por causa de su fe en Jesucristo.

  • Juan y Betty Stamm: Vivir por Cristo vale la pena morir martirizados.

—Eran misioneros cristianos en China en los años 1930s y sabían que corrían peligro de los soldados comunistas. Pero también sabían qué era lo que Dios quería de ellos. Fueron fieles a Cristo hasta el momento de su martirio. No hubo poder terrenal que los separara del amor de Dios, y de la seguridad de la vida eterna con él.

Considere las vidas cambiadas de quienes creen en Jesús

Depositar su fe en Jesucristo es una decisión seria y muy importante. Quienes confían su vida a Cristo experimentan paz, libertad y perdón de sus pecados. Muchos han sacrificado voluntariamente sus vidas por la causa de Cristo—saben que Cristo sacrificó su vida por ellos. Nada de este mundo puede arrebatarles el amor eterno de Dios y la paz que inunda a quienes confían en Jesús.

“Como está escrito: He aquí pongo en Sion piedra de tropiezo y roca de caída; y el que creyere en él, no será avergonzado”. (Romanos 9:33)

Hechos de Jesús que sólo Dios puede hacer

Jesús no vino al mundo declarando abiertamente que él era el Mesías y Dios en forma humana. Él hizo las obras que sólo el Mesías y Dios podrían hacer. Sus opositores podrían haber rebatido todas las afirmaciones de Jesús acerca de sí mismo, pero no podían dejar de advertir la gran cantidad de obras milagrosas que hizo.

¿Qué hizo Jesús cuando estuvo en la Tierra?

  • Jesús hizo milagros.

“Jesús les respondió: Muchas buenas obras os he mostrado de mi Padre; ¿por cuál de ellas me apedreáis?”. (Juan 10:32)

La siguiente es una lista parcial de los milagros de Jesús:

—Convirtió el agua en vino.

Juan 2:6–10

—Dijo a sus discípulos dónde pescar muchos peces.

Lucas 5:4–6; Juan 21:6

—Sacó demonios.

Mateo 8:28–32; 9:32–33; 15:22–28; 17:14–18; Marcos 1:23–27

—Calmó la tormenta.

Mateo 8:23–26; 14:32

—Resucitó muertos.

Mateo 9:18; Lucas 7:12–15; Juan 11:11–44

—Alimentó multitudes.

Mateo 14:15–21; 15:32–38

—Caminó sobre el agua.

Mateo 14:25–27

—Proveyó dinero para el tributo

Mateo 17:27

—Maldijo a la higuera estéril.

Mateo 21:19

—Se transfiguró delante de sus discípulos.

Mateo 17:1–8

—Predijo su muerte.

Mateo 16:21–26; Marcos 8:31–38; Lucas 9:22–25

—Predijo su resurrección.

Mateo 26:32; Marcos 14:28; Lucas 18:33

—Se levantó de los muertos.

Lucas 24:6; Juan 10:18

—Apareció a sus discípulos, estando la puerta cerrada.

Juan 20:19

—Ascendió a los cielos.

Hechos 1:9

—Profetizó eventos futuros que se cumplieron.

Marcos 13:1–37; Lucas 21:5–36

  • Jesús sanó gente.

Lucas, el médico—autor del evangelio de Lucas y del libro de los Hechos—atestiguó muchas veces la realidad del poder sobrenatural de Jesús para sanar a los enfermos

“Al ponerse el sol, todos los que tenían enfermos de diversas enfermedades los traían a él; y él, poniendo las manos sobre cada uno de ellos, los sanaba”. (Lucas 4:40)

—Sanó al paralítico.

Lucas 5:17–26

—Sanó a mucha gente de sus enfermedades.

Lucas 6:17–19

—Sanó al siervo del centurión.

Lucas 7:1–10

—Sacó fuera siete demonios de María Magdalena.

Lucas 8:2

—Sanó a un hombre poseído por demonios.

Lucas 8:36

—Sanó a la mujer del flujo de sangre.

Lucas 8:43–44

—Sanó al niño con espíritu maligno.

Lucas 9:42

—Sanó al hidrópico.

Lucas 14:1–4

—Sanó al epiléptico.

Lucas 9:37–42

—Sanó a la mujer encorvada.

Lucas 13:10–13

—Sanó a los leprosos.

Lucas 17:12–14

—Sanó al hombre cuya oreja fue cortada.

Lucas 22:51

—Sanó a la suegra de Pedro.

Mateo 8:14–15

—Sanó a los ciegos.

Mateo 9:27–31

—Sanó a los sordos y mudos.

Marcos 7:32–35

—Sanó al hombre de la mano seca en el templo.

Mateo 12:10–13

—Sanó al inválido.

Juan 5:5–9

“Pero su fama se extendía más y más; y se reunía mucha gente para oírle, y para que les sanase de sus enfermedades”.

(Lucas 5:15)

Considere el sufrimiento de Jesús en la cruz por usted

La muerte de Jesús no fue ni rápida ni sin dolor. Él sufrió mucho antes de morir. Aunque él es el Rey de reyes, tuvo un tipo de muerte reservada para los criminales comunes. Sufrió y aguantó la vergüenza ¡por el gran amor con que lo amó a usted!

  • El sufrimiento que Jesús soportó fue tremendamente doloroso.

—El látigo tenía una o más hileras de cuero a las que se amarraban pelotas de hierro o partes de huesos. Cuando la víctima recibía un azote del centurión, el látigo abría la carne de la víctima.

—Los latigazos provocaban tal pérdida de sangre, que la víctima podía entrar en shock.

“Y Pilato, queriendo satisfacer al pueblo, les soltó a Barrabás, y entregó a Jesús, después de azotarle, para que fuese crucificado”.

(Marcos 15:15)

  • La muerte por medio de la crucifixión era una manera de torturar a los prisioneros.

—Clavaban a las víctimas en una cruz. El clavo atravesaba la muñeca (no las manos, como se ve en algunos cuadros populares) y un clavo atravesaba ambos pies. No se trataba de clavos pequeños, sino de picos largos—lo suficientemente fuertes como para sostener el cuerpo de la víctima en la cruz.

—Todo el peso de la víctima colgaba de tres puntos de donde había sido clavado a la cruz. El dolor era indescriptible.

—La cruz estaba hecha de un tronco irregular. La espalda lacerada de la víctima se tallaba contra la madera dura, provocando mayor dolor y desangrado.

—Colgar de la cruz distendía la cavidad de pecho, lo cual hacía muy difícil la respiración. En esencia, la víctima moría lentamente por asfixia. Jesús podría empujarse hacia arriba si hundía más el clavo por sus pies y se recargaba en los clavos de sus muñecas. Si los centuriones le hubieran roto las piernas, habría tenido que soportar todo el dolor sobre sus muñecas, siendo así su muerte más rápida.

“Mas cuando llegaron a Jesús, como le vieron ya muerto, no le quebraron las piernas. Pero uno de los soldados le abrió el costado con una lanza, y al instante salió sangre y agua… Porque estas cosas sucedieron para que se cumpliese la Escritura: No será quebrado hueso suyo”.

(Juan 19:33–34, 36)

  • La muerte por crucifixión era una muerte vergonzosa y estaba reservada para los criminales.

—Los romanos utilizaban la crucifixión para castigar a los opositores políticos y los criminales. La crucifixión se realizaba en público. Las víctimas colgaban desnudas en la cruz por varios días antes de morir.

—Habiendo muerto, los romanos por lo general dejaban los cuerpos colgando de la cruz como señal de advertencia para los demás. Mientras tanto, los pájaros comían sus cuerpos. (En Judea, los romanos quitaban el cuerpo el mismo día de la muerte por causa de la ley de los judíos.) Ser crucificado era lo mismo que ser avergonzado de la peor manera.

“Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios”.

(Hebreos 12:2)

—Según la ley de los judíos, cualquiera que fuera colgado de un árbol (lo mismo aplica a la crucifixión) era maldito por Dios.

“Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero)”.

(Gálatas 3:13)

            “¿Quién mató a Jesús?”

Ningún grupo lo hizo. Los líderes judíos lo condenaron, pero tenían prohibido matarlo por la ley romana. Los romanos condenaron a Jesús y lo crucificaron. Pero era el plan de Dios. Por su autoridad divina, Jesús murió para pagar por el pecado del mundo. En realidad, todos nosotros lo hicimos.

“Porque verdaderamente se unieron en esta ciudad contra tu santo Hijo Jesús, a quien ungiste, Herodes y Poncio Pilato, con los gentiles y el pueblo de Israel” (Hechos 4:27–28)

El sufrimiento de Jesús fue el cumplimiento de la Profecía

Cientos de años antes de la crucifixión de Cristo (alrededor del año 700 a.C.), el profeta Isaías escribió acerca del Siervo sufriente que murió por los pecados del mundo. Para entender la profecía en toda su extensión, primero lea todos los versículos de Isaías 52:13 hasta Isaías capítulo 53 que se encuentran en la columna de la izquierda. Luego regrese al principio y lea cada punto de la descripción de Isaías junto con el paralelismo del Nuevo Pacto.

Descripción de Isaías

Paralelo del nuevo pacto

El Mesías es exaltado

•    “He aquí que mi siervo será prosperado, será engrandecido y exaltado, y será puesto muy en alto”. (Isaías 52:13)

•    “Y la gente que iba delante y la que iba detrás aclamaba, diciendo: ¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas!”. (Mateo 21:9)

El Mesías fue desfigurado por el sufrimiento

•    “Como se asombraron de ti muchos, de tal manera fue desfigurado de los hombres su parecer, y su hermosura más que la de los hijos de los hombres”. (Isaías 52:14)

•    “[Pilato] le entregó para ser crucificado… Entonces los soldados del gobernador llevaron a Jesús al pretorio… Y escupiéndole, tomaban la caña y le golpeaban en la cabeza”. (Mateo 27:26–27, 30)

El Mesías asombró a reyes y naciones

•    “Así asombrará él a muchas naciones; los reyes cerrarán ante él la boca, porque verán lo que nunca les fue contado, y entenderán lo que jamás habían oído”. (Isaías 52:15)

•    “Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos, diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle”. (Mateo 2:1–2)

No le creerían al Mesías

•    “¿Quién ha creído a nuestro anuncio? ¿Y sobre quién se ha manifestado el brazo de Jehová? Subirá cual renuevo delante de él, y como raíz de tierra seca; no hay parecer en él, ni hermosura; le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos”. (Isaías 53:1–2)

•    “Pero a pesar de que había hecho tantas señales delante de ellos, no creían en él; para que se cumpliese la palabra del profeta Isaías, que dijo: Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio? ¿Y a quién se ha revelado el brazo del Señor?”. (Juan 12:37–38)

Burla contra el Mesías

•    “Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos”. (Isaías 53:3)

•    “Y el pueblo estaba mirando; y aun los gobernantes se burlaban de él, diciendo: A otros salvó; sálvese a sí mismo, si éste es el Cristo, el escogido de Dios”. (Lucas 23:35)

El Mesías es el que lleva nuestras cargas

•    “Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido”. (Isaías 53:4)

•    “Para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: El mismo tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias”. (Mateo 8:17)

El Mesías fue herido

•    “Mas él herido fue por nuestras rebeliones…”… (Isaías 53:5)

•    “Pero uno de los soldados le abrió el costado con una lanza, y al instante salió sangre y agua”. (Juan 19:34)

El Mesías—es el sanador espiritual

•    “…molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados”. (Isaías 53:5)

•    “Quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados”. (1 Pedro 2:24)

El Mesías—quita el pecado

•    “Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros”… (Isaías 53:6)

•    “Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu”. (1 Pedro 3:18)

El Mesías sufrió en silencio

•    “Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca”. (Isaías 53:7)

•    “Pero Jesús no le respondió ni una palabra; de tal manera que el gobernador se maravillaba mucho”. (Mateo 27:14)

El Mesías fue cortado

•    “Por cárcel y por juicio fue quitado; y su generación, ¿quién la contará? Porque fue cortado de la tierra de los vivientes, y por la rebelión de mi pueblo fue herido”. (Isaías 53:8)

•    “En su humillación no se le hizo justicia; mas su generación, ¿quién la contará? Porque fue quitada de la tierra su vida. Respondiendo el eunuco, dijo a Felipe: Te ruego que me digas: ¿de quién dice el profeta esto; de sí mismo, o de algún otro? Entonces Felipe, abriendo su boca, y comenzando desde esta escritura, le anunció el evangelio de Jesús”. (Hechos 8:33–35)

El Mesías fue sepultado en la tumba de un hombre rico

•    “Y se dispuso con los impíos su sepultura, mas con los ricos fue en su muerte”. (Isaías 53:9)

•    “Un hombre rico de Arimatea, llamado José… tomando José el cuerpo, lo envolvió en una sábana limpia, y lo puso en su sepulcro nuevo, que había labrado en la peña; y después de hacer rodar una gran piedra a la entrada del sepulcro, se fue”. (Mateo 27:57, 59–60)

El Mesías tuvo un comportamiento intachable

•    “Aunque nunca hizo maldad, ni hubo engaño en su boca”. (Isaías 53:9)

•    “[Jesús] el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca”. (1 Pedro 2:22)

El Mesías, la ofrenda de pecado por el pueblo

•    “Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado”. (Isaías 53:10)

•    “Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante”. (Efesios 5:2)

El Mesías resucitó de los muertos

•    “Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada. Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos”. (Isaías 53:10–11)

•    “Viéndolo antes, habló de la resurrección de Cristo, que su alma no fue dejada en el Hades, ni su carne vio corrupción”. (Hechos 2:31)

El Mesías llevó nuestros pecados

•    “… por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos”. (Isaías 53:11)

•    “Así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan”. (Hebreos 9:28)

El Mesías fue contado con los inicuos

•    “Por tanto, yo le daré parte con los grandes, y con los fuertes repartirá despojos; por cuanto derramó su vida hasta la muerte, y fue contado con los pecadores, habiendo él llevado el pecado de muchos, y orado por los transgresores”. (Isaías 53:12)

•    [Jesús dijo] “Porque os digo que es necesario que se cumpla todavía en mí aquello que está escrito: Y fue contado con los inicuos; porque lo que está escrito de mí, tiene cumplimiento”. (Lucas 22:37)

El Mesías oró por quienes lo crucificaron

•    “habiendo él llevado el pecado de muchos, y orado por los transgresores”. (Isaías 53:12)

•    “Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Y repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes”. (Lucas 23:34)

            “¿Cómo puedo confiar en que Jesús cumplió con las profecías mesiánicas de la Biblia? Ya que tanto las profecías como sus ‘cumplimientos’ se hallan en el mismo libro, ¿cómo pueden considerarse evidencias objetivas?”

En un sentido, la Biblia puede verse como dos libros en uno: El Antiguo y el Nuevo Testamento. Hay un gran lapso de tiempo entre los escritos del Antiguo y el Nuevo. Si las profecías pudieran cumplirse a sí mismas, no podrían considerarse autoritativas de manera objetiva. Por ejemplo, la única “profecía” del Corán es que Mahoma iba a regresar a la Meca, y lo hizo. Pero ya que fue Mahoma quien escribió el Corán, se trata de una profecía que se cumple a sí misma.

Muy diferentes son las profecías mesiánicas del Antiguo Testamento. Los pasajes proféticos acerca del linaje, nacimiento, ministerio, muerte y resurrección de Cristo se encuentran en las Escrituras judías, que se completaron unos 400 años antes de que Cristo naciera. Ningún escéptico de la “alta crítica” ha sugerido alguna vez que esas profecías se escribieron después del nacimiento de Cristo. Por lo tanto, estas nos son profecías que se cumplen a sí mismas.

“Entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo”. (2 Pedro 1:20–21)

Medite en lo que Jesús provee para usted

La cristiandad no es sólo una religión, sino que es una relación con Cristo, el Salvador. Él quiere ser Señor de su vida y cumplir el propósito para el cual usted fue creado. Jesús quiere darle salvación, vida eterna y la paz que sobrepasa todo entendimiento. Todo lo que él pide es que se arrepienta de tratar de vivir su vida en sus propias fuerzas y le pida a él que sea su Señor y Salvador—dándole el control de su vida.

  • Jesús provee salvación para usted.

“Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos”. (Hechos 4:12)

  • Jesús ofrece el perdón de sus pecados.

“Sabed, pues, esto, varones hermanos: que por medio de él se os anuncia perdón de pecados”. (Hechos 13:38)

  • Jesús es su abogado delante de Dios el Padre.

“Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo”. (1 Juan 2:1)

  • Jesús es su sumo sacerdote, ofrece el único sacrificio necesario para pagar por sus pecados.

“Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión”. (Hebreos 4:14)

  • Jesús le da el Espíritu Santo cuando deposita en él su confianza.

“Cristo nos redimió de la maldición de la ley… para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham alcanzase a los gentiles”. (Gálatas 3:13–14)

  • Jesús lo libera de la condenación de Dios.

“Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu”. (Romanos 8:1)

  • Jesús le asegura el amor de Dios.

“Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro”. (Romanos 8:38–39)

  • Jesús le atrae a la familia de Dios.

“En amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad”. (Efesios 1:5)

  • Jesús le da paz con Dios.

“Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo”. (Romanos 5:1)

  • Jesús le da vida abundante.

“El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo [Jesús] he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia”. (Juan 10:10)

  • Jesús ofrece descanso para su alma.

“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga”. (Mateo 11:28–30)

  • Jesús provee un ejemplo para su vida.

“Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas; el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca; quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente”.

(1 Pedro 2:21–23)

  • Jesús le da poder para vencer los hábitos de pecado.

“Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia, por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia”. (2 Pedro 1:3–4)

  • Jesús volverá para reunir a los creyentes.

“Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria. Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro”. (Mateo 24:30–31)

¿Qué hará usted con Jesús?

La evidencia es clara y no deja dudas, Jesús es Dios. Él murió por sus pecados, ofrece perdón y otorga la vida eterna a quienes confían en él. Millones de personas han confiado en él y han experimentado un cambio de vida y recibido la vida eterna que sólo él puede ofrecer. ¿Depositará usted su confianza en él?

Si usted sabe que necesita una verdadera relación con Dios, puede entrar en esa relación ahora mismo a través de esta oración:

Dios, sé que necesito tu perdón. Reconozco que he pecado y que mi pecado merece un castigo. Jesús, gracias por morir por mis pecados en la cruz y por morir en mi lugar. Te pido ahora mismo que entres a mi vida para ser mi Señor y Salvador y que me perdones de todos mis pecados. Toma el control de mi vida y hazme la persona que tú quieres que sea. Gracias por tu misericordia y tu gracia. En tu nombre santo oro. Amén.

JESÚS, ¿ES DIOS?

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