EL DÍA DE REPOSO [ Éxodo 16:22–30]

EL DÍA DE REPOSO
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¿Cuál es el día de reposo y que significa?

EL DÍA DE REPOSO (Heb. šabbāṯ) Séptimo día de una semana de siete días, establecido en el AT como día de descanso.

El AT registra la institución del día de reposo en las leyes que se le dio a Moisés.

El primer mandamiento en cuanto al cumplimiento del día de reposo se encuentra en Éxodo 16:22–30. A los israelitas se les daba maná diariamente y se les dijo que recogieran dos veces más el sexto día para que no tuvieran que recoger en el séptimo día. La inclusión de la ley del día de reposo en el Decálogo, tanto en Éxodo como en Deuteronomio, estableció este mandamiento como una ley permanente de la nación de Israel. 

En Éxodo 20:8–11 los requerimientos de la ley explícitamente declaran que ninguna persona, ni ganado, tiene que hacer ninguna clase de trabajo durante el día de reposo. La defensa teológica para descansar en el séptimo día se deriva de Génesis 2:1–3, en el que Dios descansa al séptimo día de la creación. Israel tiene que descansar porque Dios descansó.

Una vez establecido el día de reposo, se dieron mandamientos y prohibiciones específicos.

El día de reposo no era solamente un día de descanso sino un día de fiesta. Debido a esto, se impusieron los requisitos de los días de fiesta, entre los que estaban las convocaciones santas, la adoración pública y la adoración en casa. Se tenía que ofrecer sacrificios especiales y el pan de la presencia tenía que renovarse.

En tanto que el día de reposo debía considerarse como un gozo y privilegio, también era de tal importancia que violar la ley del día de reposo llevaba consigo la pena de muerte (Nm 15:35). Esto refleja la naturaleza de dos caras del día de reposo: era tanto una bendición como un requisito para la nación de Israel.

En el período intertestamentario, dos tradiciones rabínicas se desarrollaron en cuanto al día de reposo. Una mantenía un cumplimiento estricto del día de reposo, con énfasis en las reglas del día de reposo, en tanto que la otra hacía énfasis en el concepto del descanso interno y espiritual.

Hay seis confrontaciones documentadas entre Jesús y los líderes religiosos judíos

en cuanto al cumplimiento del día de reposo. Cinco tienen que ver con sanar en el día de reposo y el incidente que resta tiene que ver con recoger espigas en el día de reposo (Mr 2:23–26 par.). Según los fariseos, esto era una violación de la ley. Al utilizar el formato legal de encontrar un caso similar, Jesús sostuvo que eso era como la situación de 1 Samuel 21:1–6, en la que David y sus hombres comieron del pan consagrado. La similitud estaba en que la necesidad humana invalida la ley ritual.

En Marcos 3:1–6 Jesús sana a un hombre que tenía una mano seca. 

En Lucas 13:10–17 sana a una mujer que ha estado encorvada por una enfermedad ocasionada por espíritus malos. 

En Lucas 14:1–6, Jesús toma la ofensiva y pregunta a los fariseos si es correcto sanar en el día de reposo. Al no recibir respuesta, sana a un hombre enfermo. Jesús defiende sus acciones al señalar que cualquiera de los fariseos rescataría a un animal que se hubiera caído en un pozo el día de reposo. 

En Juan 5:1–17, Jesús hace enojar a los líderes judíos cuando sana a un hombre enfermo y le dice que cargue su camilla. Este fue un problema doble, porque Jesús estaba sanando en el día de reposo y estimulando al hombre que había sido sanado a violar el día de reposo al cargar una camilla. 

En Juan 7:21–24 a Jesús todavía se le busca por sanar a este hombre. Él señala que los líderes judíos circuncidaban al octavo día, aunque cayera en el día de reposo. Cuánto más importante es sanar a un hombre entero. 

En Juan 9:1–34 Jesús sana a un hombre ciego, haciendo barro y colocándolo sobre los ojos del hombre. No sólo sana en el día de reposo sino que también hace arcilla, que está en contra de la ley de los fariseos. 

En todas las confrontaciones del día de reposo, Jesús no cuestiona el principio de un día de descanso.

Más bien, el uso correcto del día es la esencia de estas controversias. En algunos casos, como en el de recoger granos en el día de reposo, la necesidad humana invalida la ley ritual. En otros casos, Jesús está desafiando la clase de reglas que van en contra del propósito de la ley, que es llevar sanidad y plenitud. Aunque Jesús rompió con las tradiciones rabínicas en cuanto al día de reposo, no buscaba anular el cumplimiento del día de reposo.

Al considerar el papel de las leyes del día de reposo en el AT y en los Evangelios, uno podría esperar encontrar mucho más en cuanto al día de reposo. Si hay que guardar el día de reposo, uno asumiría que los convertidos gentiles tendrían que ser instruidos en cuanto a esto. Si el día de reposo tiene que ser anulado, uno asumiría que los creyentes judíos necesitarían que se les explicara.

Seis textos del NT, fuera de los Evangelios y Hechos, influyen en las discusiones y prácticas de la teología del día de reposo. 

Hay evidencia en Hechos 20:7 de que el primer día de la semana, domingo, llegó a ser un día regular de adoración, pero no reemplaza ni anula el cumplimiento del día de reposo judío en este momento. 

Romanos 14:5–6 no contiene una mención directa del día de reposo, pero estos versículos abandonan la idea de los días sagrados. Todos los días deben considerarse como días de Dios y ningún día tiene ninguna santidad especial. Gálatas contiene un argumento en contra de los gentiles que adoptan las prácticas judías y que apoyan las leyes rituales judías. 

En Gálatas 4:10 hay una instrucción en contra de guardar las fechas rituales judías; aunque el día de reposo no se menciona específicamente, parece ser parte de la idea de guardar los días especiales. 

En Colosenses 2:16, el argumento es que el día de reposo (junto con las reglas de comida y de fiesta) era un tipo, una sombra de lo que habría de venir en Cristo. Por lo tanto, ahora que Cristo ha venido, no hay necesidad de la sombra. 

Hebreos 4:9 declara que el descanso del día de reposo, de alguna manera, permanece. Esto describe un descanso de día de reposo que probablemente no es el día de descanso de una vez a la semana, sino un descanso del corazón, proporcionado por Cristo. Este descanso parece ser espiritual y no temporal, pero este texto ha ocasionado un poco de confusión en cuanto al entendimiento del día de reposo posterior a los Evangelios.

Apocalipsis 1:10 describe «el Día del Señor» que se refiere al domingo, el día en que Jesús resucitó. Sin embargo, esta práctica primitiva de reunirse para adorar el domingo no estuvo vinculada con el descanso del día de reposo hasta mucho después. Por lo tanto, esta referencia al día del Señor no parece estar vinculada con las leyes del día de reposo en este momento.

Las Escrituras han dejado sin responder algunas preguntas en cuanto al día de reposo.

Algunos detalles no solamente no están claros, sino que la pregunta fundamental de si el día de reposo fue cumplido completamente con la primera venida de Cristo o no ha asediado al cristianismo y todavía es un tema discutido. 

La opción del día también presenta un punto de desacuerdo con algunos grupos que siguen adhiriéndose a la práctica judía de un día de reposo el sábado. Por último, la relación del día de reposo con el Día del Señor se convierte en un inconveniente en siglos posteriores.

EL DÍA DE REPOSO

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